Crisis de DDR5 en 2025: un cuello de botella que golpea a la nube y a los proveedores IaaS
En la recta final de 2025, el mercado global de memoria RAM enfrenta una de las tensiones más agudas de la última década. Lo que hasta hace poco era un componente relativamente estable y con precios predecibles se ha convertido en un problema sistémico que no solo afecta a gamers y fabricantes de PCs, sino también a los grandes jugadores de infraestructura como servicio (IaaS) y a los proveedores de nube. El corazón del problema es simple de describir pero difícil de solucionar: la demanda de memoria de alta velocidad, especialmente DDR5, ha superado con creces la capacidad de producción global, y los precios lo están reflejando de forma brutal.
La escasez actual tiene su origen en una tormenta perfecta de variables de mercado. Por un lado, la explosión de proyectos de inteligencia artificial y centros de datos ha disparado la demanda de módulos de memoria de alto rendimiento. Tanto los grandes hiperescaladores como las empresas de nube están construyendo o ampliando infraestructuras masivas para entrenamiento e inferencia de modelos de IA, que requieren cantidades colosales de memoria de alta capacidad y ancho de banda. Esta presión ha empujado a los fabricantes de semiconductores como Samsung, SK Hynix y Micron a reasignar capacidad de producción hacia memorias premium (como HBM y LPDDR para aceleradores de IA), reduciendo la oferta disponible de DRAM DDR5 “convencional” para servidores y PC.
El efecto inmediato de esta reorientación ha sido un incremento sostenido de los precios de la memoria DDR5. Según varios informes de mercado, los precios contractuales de DRAM han subido más de 80 % a 130 % desde septiembre de 2025, con picos aún mayores en kits de mayor capacidad y módulos para servidores empresariales.
Más aún, la escasez implica retrasos en la cadena de suministro. Empresas de nube no solo pagan más, sino que a menudo tienen que competir por lotes de memoria limitados contra otros grandes compradores, lo que puede retrasar la entrega de servidores nuevos o la actualización de clústeres existentes. En un mundo donde la agilidad para escalar recursos es una ventaja competitiva, esto puede traducirse en losses de oportunidad frente a rivales que mantienen contratos de suministro mejor negociados o reservas estratégicas de inventarioOtro efecto colateral se da en la estrategia de precios de servicios IaaS. Algunos proveedores medianos y pequeños han empezado a trasladar parte de los costos adicionales a los clientes finales mediante ajustes en sus tarifas, especialmente en instancias de alta memoria o de computación intensiva. Esto puede parecer una jugada lógica desde el punto de vista del negocio, pero tiene el riesgo de reducir la demanda en segmentos sensibles al precio y afectar la competitividad frente a grandes proveedores globales que tienen más músculo financiero para absorber picos de precios temporalmente
